UNA SONRISA Y UNA LÁGRIMA (Una experiencia con Dios)

UNA SONRISA Y UNA LÁGRIMA
(Una experiencia con Dios)
¿Hace cuánto a pesar de llevar una vida cristiana activa no escuchas su corazón? Esa voz que te enamoro, esa voz que ardía como una llama en tú interior. Muchos de nosotros somos unos estudiantes de la biblia, sabemos leerla y exponer un excelente mensaje, pero de que vale tener una palabra si no oímos su voz, de que vale leer la biblia si no escuchamos el corazón de quien la escribió. Los ateos leen la biblia, los satánicos queman biblias, los drogadictos fuman biblias y muchos de nosotros leemos la biblia pero en ocasiones no oímos la voz en su interior.
¿Y si oímos el corazón de Dios y si le preguntamos qué es lo que siente? ¿Y si él nos expresa lo que siente? Hace unos días durante me estudio de mi biblia, la cerre, la coloque a un lado y después escribí:
"Y si te miro a los ojos y te digo lo que siento"
—Es que yo no quiero, solo leer de ti y aprender de ti, yo lo que quiero es tenerte a ti.
—Y si te miro a los ojos y te digo lo que siento, y si entras a mi corazón y descubres lo que siento.
¡No lo pude creer! Una invitación del mismo Dios a conocerlo. Entonces sentí lo que hacía mucho tiempo no sentía, mi corazón se enamoró y se apasiono, ya mis canciones salían de los más profundo, ya mis palabras eran más que monólogos, ya mi oración era algo más que oración era intimidad con Dios.
Allí desaparecieron mis miedos,
Allí suplí lo que mi alma necesitaba
Allí la soledad se fue,
Allí mis circunstancias no me dominaban.
Allí el gozo me inundaba.
Allí él me decía que me perdonaba.
Allí él me decía que me amaba.
Allí con su presencia me abrazaba.
Luego salí y la puerta se cerró, salí con una sonrisa y una lágrima; La sonrisa por lo que había vivido y la lágrima por salir del lugar de donde no querría salir jamás "Su intimidad". Pero hoy el volvió a hablar atravez de las páginas de mi biblia:
“Gustad, y ved que es bueno Jehová.” (Salmo 34:8)
—La puerta está abierta ¿te atreverías a entrar nuevamente?
Él quiere abrir su corazón para que podamos ir hasta lo íntimo de su ser, si tan solo pasaremos de la puerta la cerraríamos para no salir. Necesitamos una experiencia con su intimidad, una experiencia que nos transforme.
En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.
Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores.
Los que miraron a él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados.
Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.
Gustad, y ved que es bueno Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.
Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.
Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
(Salmo 34:2-10)
Por: Roverg Giraldo
roveiro.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario