ARRASTRÁNDOSE A LA CRUZ

ARRASTRÁNDOSE A LA CRUZ
¿Alguna vez has tratado de correr a la cruz y no has podido? ¿Has tratado de caminar y cada paso te duele?, lo que antes tardo solo un instante ahora tarda días, incluso meses. Hace poco sufrí una lesión que me saco del juego de mi vida: debido a una mala fuerza sufrí una lesión en mi espalda más exactamente en mi columna vertebral, la cual me dejo dos semanas incapacitado. Esto fue lo que escribí en ese momento:
Quiero correr pero no puedo, quiero caminar bien pero cada paso que doy me duele, las personas me miran y me dicen ¿qué te paso? lo que más me dolió fue la palabra de un hombre:
— ¿Que tienes Roverg? te veo como afligido.
Ahora tardo más para llegar a un lado, lo que antes me tardaba un instante ahora puede tardarme minutos, ir a al final de la cuadra puede ser todo un suplicio.
Recuerdo una frase que una vez escuche; “lo físico es un reflejo de lo espiritual” ha de ser que lo mismo que le pasaba a mi cuerpo le está pasando a mi alma.
—Señor quiero trabajar en tu obra y no puedo, quiero dar pasos y camino lento, cada paso que doy hacia ti me duele, ya conozco el camino hacia ti pero es que cuando lo transite mi alma estaba buena. Señor sé que tú puedes sanar mi alma y mi cuerpo, esto que estoy viviendo ha de ser para conocerte como mi sanador y mi libertador porque tú eres la roca en que me refugio, mi más alto escondite.
A veces podemos sufrir pequeñas lesiones que hacen que el camino a la cruz sea más largo y doloroso:
Antes orar era fácil y pasabas oras con Dios pero ahora te cuesta, antes anhelabas ir a la iglesia ahora es tu rutina, antes anhelabas predicar ahora es tu responsabilidad; síntomas de alguien que se ha lesionado su columna espiritual.
Y que decir los que el pecado les quebró las piernas y ahora si quieren llegar a la cruz tienen que hacerlo a rastras, que de aquellos que van arrastrándose hacia la cruz y no son ayudados sino juzgados, seamos sinceros somos rápidos para sacar las conclusiones cuando alguien falla, seamos sinceros; juzgamos el pecado en los demás para no tener que confrontar el propio porque es más fácil juzgar a aquel que se arrastra asía la cruz que emprender el camino hacia ella.
Una mujer me dijo quebrantada:
Le falle a Dios pero sé que si le confieso eso a mis amigos o a mis autoridades, el rumor correrá de grupo en grupo, sinceramente no me importa entregar mi ministerio porque lo amo a él por encima de todo, pero lo que si me importa es como quedare si confieso.
Ese día no pudimos terminar nuestra conversación, pero hoy tengo la respuesta para ella y para todos aquellos a los que el pecado les quebró las piernas, para aquellos que sienten haberle fallado a Dios y que quieren arreglar su situación, para aquellos que de verdad quieren ir a la cruz pero no pueden:
Tratas de levantarme y no puedes, tus pies no te responden, pero aunque tengas que llegar a rastras no tengas temor al que dirán, al fin y al cabo aquellos que te juzgan jamás fueron tus amigos y el tiempo se encargó de mostrarte que en realidad nunca lo fueron, lo que cuenta es que en esa cruz estas Jesús y aunque llegues arrastras él te dirá:
Esto fue por ti,
Levántate y se sano
Levántate y se perdonado.
Permanece en tu búsqueda de Dios no desistas, si fallaste en la mañana corre en la noche a buscarlo, si fallaste en la noche no dudes en levantarte en la mañana a orar, ponte de rodillas aunque te sientas una hipócrita. El Señor Jesús Dijo: si permaneces en mi palabra conoceréis la verdad y la verdad os hará libres (Juan 8:31).Permanecer no es fácil es sinónimo de perseverancia y aunque tengas que llegar a rastras hasta aquel que te puede perdonar recuerda que no saldrás de ese lugar sin ser perdonada.
Por: Roverg Giraldo
Roveiro.blogspot.com

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