EL OÍDO PUERTA AL CORAZÓN
La puerta al corazón de la mujer es el oído, así la creo Dios; para ser amada, admirada, para escuchar lo hermosa que es. Ellas disfrutan oír lo bonitas que son por dentro y por fuera no importa si tienen 5, 15, 20, o 50 años, ellas consiente o inconscientemente están llamando la atención para oír lo que necesitan oír, lo malo de todo esto es que algunas en su afán de escuchar lo que es su necesidad han caído en manos de hombres que saben que decirles pero que lo hacen con la motivación incorrecta jugando así con sus sentimientos.
Algunos psicólogos dicen que una mujer puede enamorarse de un hombre con tan solo oír su voz, y algunas encuestas afirman que las mujeres prefieren tener una muy buena conversación por teléfono a hacerlo por chat o mensajes de texto. Lo cierto es que las palabras calan tan profundo en el corazón de la mujer que pueden hacer que ella caiga rendida de amor. Las palabras correctas han hecho que hombres no tan privilegiados físicamente tengan mujeres muy hermosas a su lado:
Que inteligente eres,
Eres mejor que las demás,
Qué bonito tu vestido,
Qué bonita eres.
Eres mejor que las demás,
Qué bonito tu vestido,
Qué bonita eres.
¿Porque el oído es la puerta al corazón de una mujer?
La respuesta está en que Dios la creo a su semejanza, Dios puso en la mujer esa cualidad de él, a Dios le gusta que le hablen bonito al oído, su oído es puerta de acceso a su corazón, esto explica porque un simple pastor de ovejas llego a ser rey de Israel y a ser llamado el hombre conforme al corazón de Dios. David le endulzaba el oído a Dios con las palabras de su corazón:
Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
(Salmo 18 1-2)
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
(Salmo 18 1-2)
Este hombre amaba a Dios hasta los poros; expresaba con palabras, escribía versos y componía canciones que endulzaban el oído de Dios, David sí que sabía decirle a Dios lo que a él le gusta oír y en los salmos podemos ver lo que él le expresaba a Dios y como le endulzaba su oído.
A Dios le gustan las palabras bonitas; no esas que se dicen por decir sino esas que salen del corazón, Pero Dios tiene algo a su favor y es que el conoce el corazón por eso decía:
A Dios le gustan las palabras bonitas; no esas que se dicen por decir sino esas que salen del corazón, Pero Dios tiene algo a su favor y es que el conoce el corazón por eso decía:
Este pueblo con sus labios me honra pero su corazón está lejos de mí. (Mateo15:8)
—Este pueblo me endulza el oído pero no siente lo que dice.
No es que decirle palabras bonitas a Dios este mal, está mal cuando no sentimos lo que decimos. Mujer: no es solo que ten endulcen el oído, tienes que desarrollar la habilidad que tiene Dios antes de caer rendida revisa si esas palabras salen del corazón.
A través de la mujer descubrimos el corazón de Dios, por tal razón que tal si endulzamos el oído de Dios que tal si le decimos lo que él quiere y necesita oír desde lo profundo de nuestro corazón:
Aunque no seas poeta escríbe lo que sientes por él,
Aunque no seas músico cántale canciones desde tu alma,
Aunque no sepas expresarte dile en secreto lo hermoso que es y lo que te inspira.
Aunque no seas músico cántale canciones desde tu alma,
Aunque no sepas expresarte dile en secreto lo hermoso que es y lo que te inspira.
Estoy seguro que si es tu intención amarlo como él quiere ser amado, tus palabras pueden construir una hermosa relación con el, endulzarle el oído a Dios puede hacer la diferencia de uno entre mil.
Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses,
Ni obras que igualen tus obras.Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, Y glorificarán tu nombre.Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;Sólo tú eres Dios. (Salmo 86:8-10)
Ni obras que igualen tus obras.Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor, Y glorificarán tu nombre.Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;Sólo tú eres Dios. (Salmo 86:8-10)
Por: Roverg Giraldo
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