ME ESCONDÍ DE DIOS
— ¡Estoy sentida con Dios! Intente por mucho tiempo tener una relación íntima con él y no lo logre; ore, ayune, intercedí, fui a los congresos y convenciones; pero a pesar del tiempo mi relación con el sigue igual. He estado en reuniones en las que he sentido a Dios muy cerca y digo:
—Ahora si mi vida espiritual será fervorosa, ahora si la llama del amor va a arder en mí vida— pero me dura unos días y vuelvo a ser la misma que se siente lejos de Dios.
Vemos a grandes hombres y su relación con Dios de admirar: comunión constante e íntima, milagros señales y fruto sorprendente pero: ¿Que de los que hemos intentado hallarle sin resultados?,¿Qué de aquellos que damos vueltas y vueltas en la cama esperando que él llegue y no es así? ¿Qué de aquellos que nuestra vida ha sido un velar constante de buscar a Dios pero no hallamos al amor de nuestra vida?.
Cuando intentamos pasar a un nuevo nivel de intimidad con Dios por largo tiempo y no lo hallamos el resultado es sentirnos con Dios y nos escondemos.
Paloma mía, que te escondes
en las grietas de las rocas,
en las hendiduras de las montañas. (Cantares 2:14 a)
en las grietas de las rocas,
en las hendiduras de las montañas. (Cantares 2:14 a)
Marlen era una adolescente cuando se sintió con su padre. Ella se fue de la casa huyendo de su el para donde una hermana. Pasaron dos meses en los que su padre la esperaba en casa pero ella no regreso. Finalmente un día el llego a buscarla al lugar donde se encontraba, entro en la casa, pero ella se escondió para que el no pudiese hallarla. El la llamaba:
— Hija, sé que estas aquí, sal, yo sé que tu estas, hablemos.
Él estuvo cerca de encontrarla en su escondite pero no la hallo. Luego de varios meses mas ella finalmente regresó a casa, (su relación con su padre se restauró). El murió hace poco y tuve la oportunidad de estar en su funeral; ella lloraba desconsolada mientras me decía: —¿Porque no Salí de mi escondite?, ¿por qué no me deje hallar por mi padre?
Mi sobrino Johan tenía dos años cuando fue regañado por su madre, él se sintió tanto que se escondió debajo de la cama sin que nadie lo supiese, después de un tiempo mi hermana se percató de que el niño no estaba, y comenzó a buscarlo desesperada, inclusive me llamo y me dijo: —¿Roverg te llevaste al niño?. Finalmente después de casi una hora su padre le dio por mirar debajo de la cama y lo encontró asustado por la tenebrosa oscuridad. El descanso y la paz volvieron a nuestras almas.
Nos escondemos en la roca
La roca es dura, fuerte inamovible, no se deja mover fácilmente de su manera de pensar, la roca no demuestra su fragilidad. Nos escondemos en la roca y decimos: —Lo intente, Intente amar a Dios pero él no me correspondió, así que me esconderé de el en la roca. Pero no nos podemos engañar nuestro corazón necesita amar al Padre, nuestro corazón necesita los brazos de él.
Nos escondemos en las hendiduras de la montaña
La montaña es oscura y solitaria, llena de zancudos y bichos y una que otra fiera. Nos escondemos en la montaña de nuestra independencia de Dios, de nuestra auto culpabilidad (si no hallo a Dios debe ser mi culpa), o tal vez esa montaña se llama pecado (intentamos buscar placer en su presencia y como no lo hallamos lo buscamos en el pecado) Pero la oscuridad de la montaña nos asusta, la soledad nos asusta. Estar lejos de Dios nos hace vivir con incertidumbre.
—Sal de tu escondite—me dijo Dios—
—Señor no estoy escondido.
—Señor no estoy escondido.
—Tu estas sentido conmigo y te has escondido en una roca llamada ministerio, te has escondido en una montaña llamada aislamiento y soledad. Muéstrame tu rostro, déjame oír tu voz;pues tu voz es placentera y hermoso tu semblante. (Cantares 2:14 b)
—Señor es que no te entiendo, intento buscarte y no te hallo y cuando me rindo y me reciento contigo tanto que quiero irme lejos de ti, tú vienes y me buscas.
— Atrapen a las zorras,
a esas zorras pequeñas
que arruinan nuestros viñedos,
Nuestros viñedos en flor.(Cantares 2:15)
— Atrapen a las zorras,
a esas zorras pequeñas
que arruinan nuestros viñedos,
Nuestros viñedos en flor.(Cantares 2:15)
Hablemos juntos, de aquellas cosas que no nos gustan de nuestra relación, dime ¿porque te escondes de mí?, dime: aquellas cosas que quisieras entender pero no entiendes, yo también te diré que son esas pequeñas cosas que no me gustan de ti para que finalmente tú puedas decir:
—Mi amado es mío, y yo soy suya. (Cantares 2:16 a)
Tú que lees este escrito:
Tal vez asistes a la iglesia y a la célula, tal vez eres líder o pastor, tal vez has intentado hallarle sin encontrarle, has intentado hallar al amor de tu vida sin resultados, tal vez has esperado muchos años el cumplimiento de una promesa y has renunciado a tenerla. Tu que estas sentido con Dios pero no se lo dices a nadie, tu que te has escondido dentro de tu corazón de piedra y en la montaña oscura de tu vida. Escucha la voz de Dios:
—Sal de tu escondite, déjame oír tu voz, déjame ver tu rostro, pues tu voz es placentera y hermoso tu semblante.
Paloma mía, que te escondes
en las grietas de las rocas,
en las hendiduras de las montañas,
muéstrame tu rostro,
déjame oír tu voz;
pues tu voz es placentera
y hermoso tu semblante. (Cantares 2:14)
en las grietas de las rocas,
en las hendiduras de las montañas,
muéstrame tu rostro,
déjame oír tu voz;
pues tu voz es placentera
y hermoso tu semblante. (Cantares 2:14)
Por: Roverg Giraldo
Roveiro.blogspot.com
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