CUANDO DIOS NECESITA UN TE AMO

CUANDO DIOS NECESITA UN TE AMO
—No les ruegues que amén, no les ruegues que me busquen. No les obligues a hacer algo que no sienten, no los obligues a que me digan “Te amo”— Fueron las palabras de Dios en un tiempo de oración. Sus lágrimas corrían por su rostro, las mías caían al suelo.
Todos tenemos una gran necesidad emocional; la necesidad de que “Te amo” viaje por el aire atraviese los oídos y penetre en el corazón. Lo que viví me dejo muy pensativo por algunos días y lleve mi inquietud a El: —¿Necesitas oír que te amo?— Él no me respondió solo hablo a mi corazón:
—Necesitas oír que te amo, necesitas escuchar que eres valioso, tú necesitas que te diga cuándo fracasas que eres un triunfador y que tus derrotas no definen lo que eres y lo que siento por ti.
— (Mis lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas mientras estaba recostado en mi cama)
—Necesitas dejar que tus lágrimas corran, cuando no entiendes porque fallas. ¿Porque te sientes derrotado?, necesitas caer de rodillas y ser levantado por mis brazos, necesitas simplemente olvidarte de todo tu pecado y dejarte amar por mi gracia. Necesitas él te amo en la intimidad de la oración, como yo necesito tus te amo en la intimidad de la oración.
La gracia alcanzo a Pedro después de haberle negado. El maestro lo busca en el mismo lugar donde le conoció y le hace el mismo milagro que le enamoro:
Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; más los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. Él les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. (Juan 20:3-6)
Pedro le abraza y llora. El maestro traicionado pregunta:
¿Pedro me amas?
¿Pedro me amas?
¿Pedro me amas?
—Señor tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. (Juan 20:15-17 Paráfrasis)
Dios necesita oír tú te amo; No ese que solo mueve los labios pero que el corazón esta inerte, sino ese que antes de que tu boca lo pronuncie ya el corazón lo ha gritado:
¡Cuánto te amo Dios mío! Dios no puedo dejar de pensar en ti.
Dios busca a aquellos que le aman de verdad, a esos que su amor es verdadero, no un amor mentiroso de labios para afuera, no aquellos “Te amo” interesados en favores o concesiones. Dios busca esos que le dicen te amo simplemente porque lo aman.
Y si intercambiamos “te amo” y si Dios escucha nuestro corazón moverse al ritmo de te amo, y si escuchas el corazón de Dios entonando este cántico:
///Te amo, Te amo, cuanto te amo///

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