¡OJOS ACUSADORES!
Ella alguna vez fue alguien que todos querían imitar hoy es alguien que todos pueden juzgar, tal parece que sus errores opacaron sus virtudes, sus fracasos hablan más fuerte que sus logros, su traición se nota más fuerte que su amor y la voz de su conciencia le habla más fuerte que la voz de Dios.
Estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. (Lucas 7:38-39)
No dice nada pero ama,
Esta arrepentida pero no pide perdón,
Será porque se avergüenza de su infidelidad,
Muchos la juzgan, ella solo llora.
Esta arrepentida pero no pide perdón,
Será porque se avergüenza de su infidelidad,
Muchos la juzgan, ella solo llora.
El pecado destruye nuestra reputación, veníamos bien hasta que somos sorprendimos en alguna falta y es entonces que comienza nuestro martirio; nuestro nombré se derrumba ante nuestros ojos, lo que tardo años edificar cae más rápido que una demolición controlada y luego caminamos agachando la mirada ante los escombros de lo que una vez fue espiritualidad, sentimos los ojos acusadores, malditos ojos acusadores que no son más que el reflejo de lo que sentimos en nuestro interior.
Hoy el tiempo ha pasado y nuevamente ha fracasado, la suciedad se apodero de su alma, la vergüenza ha consumido su ser y el pecado ha esclavizado su cuerpo. Como no llorar, estaba lejos de Dios y ahora le tiene al frente, la última vez que le había visto fue para decirle: — ¡No te metas en mi vida! Tomo sus maletas y abandono la iglesia según ella en busca del amor.
Si alguien es consciente de su pecado es ella y además los malditos ojos acusadores se lo recuerdan, las lágrimas que corren por sus mejillas lo dicen todo, sin embargo ofrece su sucia vida al más puro de los hombres, derrama su vida en un acto de adoración. Ella, la que tiene su vida está hecha un caos no puede dejar de hacer lo que nació para hacer:
"Adorar al único digno,
Adorar al tres veces santo,
Adorar al cordero de Dios".
Adorar al tres veces santo,
Adorar al cordero de Dios".
Su adoración no es hipócrita; ella sabe que adorar es más importante que hablar de deudas con Dios (Muchos de nosotros pensamos más en nuestro pecado que en hacer lo que tenemos que hacer; adorar) Ella sabe que es más importante amar que pedir perdón, porque el amor cubre multitud de faltas, ella pronto descubrirá que al que mucho se le perdona mucho ama. Se rinde públicamente sin importar su pecado, besa con sus sucios labios los pies del tres veces santo, y en esa adoración su pecado fue borrado por el unico que no la miro con ojos acusadores.
Tu que lees esto dime si alguna vez no has fallado y la culpa de ti se ha apoderado, tu que alguna vez o quizás ahora no tienes el valor de hablar con Dios, que tal tal si le das más importancia a adorarlo y que él se encargue del pecado. Tu eres un experto adorando él es un experto borrando el pecado, adora a quien puede quitar tu pecado borrar tu historial y limpiar tu conciencia de obras muertas.
"Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; más aquel a quien se le perdona poco, poco ama. Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados" (Lucas 7:47-48)
Por: Roverg Giraldo
Roveiro.blogspot.com
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