DIÁLOGOS CON DIOS (Cuando Dios abre el corazón)

DIÁLOGOS CON DIOS
(Cuando Dios abre el corazón)
¿Alguna vez te has sentado a hablar con Dios? ¿Lo has escuchado hablar como Padre? ¿Cara a cara en el sofá?. En ocasiones lo hago, mientras el responde mis preguntas, mis dudas y cuestionamientos existenciales. Hace un tiempo le hice una simple pregunta que hizo, que el me abriera su corazón:
—Si tú amas a tú Hijo; ¿porque le diste la espalda cuando más te necesitaba? ¿Porque le diste la espalda cuando agonizaba en el madero? por favor no me respondas que la razón fue que en ese momento mi pecado estaba sobre él y que por eso lo hiciste, porque no me cuadra con el concepto de amor que tengo de ti, he tenido suficiente pecado sobre mí como para que me voltees la cara dos eternidades y nunca me has dado la espalda.
(Por un momento todo fue silencio, pero después de un tiempo obtuve mi respuesta, lo sorprendente de todo es que el me abrió el corazón)
—Todo el tiempo estuve al lado de mi Hijo, su dolor fue mi dolor, quise escupir a los que me lo escupían pero no hice nada por amor a ti, quise humillar a los que lo humillaban pero no hice nada por amor a ti, quise arrancar la piel por pedacitos a los que lo latigaban pero no hice nada por amor a ti, quise maldecir sus vidas en el madero pero no hice nada por amor a ti. Mi dolor fue tanto y más intenso que el de él, sino preguntaselo a mi corazón. Pude mandar al mundo entero y a ti al infierno en defensa de mi hijo pero no hice nada por amor a ti.
Las lágrimas, rodaron por mis mejillas, pensé que él no había sufrido en ese momento, sino que había descargado toda su ira sobre el cordero para perdón de mis pecados. El prosiguió:
—Cuando tú te postraste al pie de la Cruz, mi corazón se derritió, mi rostro se llenó de lágrimas, no aguante más, corrí hacia a ti, te levante en mis brazos y te amé, juntos lloramos por un largo tiempo.
Tanto tiempo sin ti,
Tanto té amé
Tanto te extrañe
Vamos a recuperar el tiempo perdido en las mil eternidades que pasaras junto a mí, en ese momento mí Hijo quedo atrás y grito:
"Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?" (Mateo 27:46)
Le di la espalda a mi Hijo para alzarte en mis brazos, la siguiente palabra que el pronuncia es "consumado es" (Juan 19:30) porque él pudo verte en mis brazos.
"Yo le di la espalada a mi hijo para alzarte en mis brazos"
Por: Roverg Giraldo
robeiro.blogspot. com

No hay comentarios:

Publicar un comentario