INTIMIDADES MASCULINAS (Quiero ser un hombre)

INTIMIDADES MASCULINAS
(Quiero ser un hombre)
¿Quieres ser un hombre que se esfuerza o uno que hace que las cosas sucedan?
Cuando acompaño a una mujer a coger el bus tarde de la noche lo hago para protegerla y aún más si yo tengo una conexión emocional con esa persona, si alguien viene a robarme y solo viene a eso, (y no puedo evitarlo) yo como un cristiano aplico la palabra del Señor Jesús: "Al que te pida dale, al que te pida la túnica también la capa" pero si el ladrón intenta afectar la salud física y o emocional, intenta abusar de ella o intenta siquiera manosearla, yo estoy dispuesto a hacerme matar ¿Por qué? No me perdonaría estar en un lugar en el que dañan a aquella que amo y no hacer nada para protegerle. Cuando uno escucha la palabra protector esta siempre en masculino, esa debe ser la razón por la que los hombres de David se sintieron tan desanimados, fracasados, frustrados, derrotados desesperados y dolidos cuando sus esposas y sus hijos son llevados cautivos (Habían fracasado como hombres)
Cuando David y sus hombres llegaron, encontraron que la ciudad había sido quemada, y que sus esposas, hijos e hijas habían sido llevados cautivos. David y los que estaban con él se pusieron a llorar y a gritar hasta quedarse sin fuerzas. (1 Samuel 30:3-4)
Yo quiero ser sacerdote de mi hogar quien lo gobierna, quien provee, quien lo protege espiritual y físicamente, yo quiero que mi esposa me admire no porque me esfuerzo sino porque tengo tanta fe, porque no acepto la derrota, porque dependo tanto de Dios que hago que las cosas sucedan, yo quiero ser un hombre como Dios lo planeo no el que la cultura ha querido crear, que mi mujer se sienta orgulloso de mi porque me esfuerzo sino porque hago que las cosas sucedan.
La mujer no debe ser la que lidera del hogar, ni quien le da el norte a la relación con Dios, no es ella la que Dice cuando buscar más a Dios, no es la mujer la que motiva a buscar el rostro De Dios, es el hombre el que motiva a su esposa a buscar el rostro de Dios. Es el hombre el que da la milla extra, es el hombre el que cuando se atraviesa una crisis en el hogar después de haber orado juntos dice “vete a dormir mientras tanto yo busco el rostro de aquel que nos puede sacar de esta”
Tenemos una cultura aun dentro de la iglesia de que es la mujer la que lleva las riendas espirituales, no pude evitar sentirme indignado por el asunto, porque Dios nos puso como cabezas y nosotros no estamos respondiendo, pero el hecho de que las cosas se den así no quiere decir que estén bien.
Yo quiero ser un hombre como Jesús, Sacerdote, sanador proveedor, quien suple físicamente y emocionalmente, yo quiero ser como Jesús que hace que lo imposible sea una realidad yo quiero ser ese hombre de admirar, no para que fijen sus ojos en mi sino para que los fijen en él, yo quiero ser como Jesús quien cuando estaba en su peor momento aun cuando se sintió abandonado por el padre no buscó ser compadecido sino que por el contrario encomendó a su madre, salvo a un ladrón e intercedió por los que le insultaban porque Jesús aun en su peor momento fue un vencedor.
La mujer juegas un papel importante e indispensable en la vida del hombre, tendremos momentos de dificultades de llorar como niños en sus hombros, de mostrar nuestras debilidades y miedos, para eso Dios las creo; para fortalecernos en nuestras debilidades y ser nuestro complemento, ¡Gloria Dios por eso ! pero Dios Nos puso como líderes del hogar. El liderazgo dentro del hogar no se gana diciendo soy la cabeza soy el líder Dios me delego la autoridad, el liderazgo se gana metiéndose con Dios dejándose formar por él, siendo el que sirve, el que da el ejemplo, el qué con su amor y servicio.
“David partió con sus seiscientos hombres hasta llegar al arroyo de Besor (Para rescatar a sus esposas e hijos). Allí se quedaron rezagados doscientos hombres que estaban demasiado cansados para cruzar el arroyo. Así que David continuó la persecución con los cuatrocientos hombres restantes.” (1 Samuel 30 10-11 Énfasis del autor)
Sueño con formar hombres románticos detallistas especiales que dignifican a la mujer y suplen sus necesidades emocionales, pero quiero también formar hombres que corren en rescate de sus mujeres y sus hijos, valientes que pelean por ellas que no dan nada por perdido que hacen que lo imposible suceda, yo no quiero que mis discípulos se queden viendo como otros rescatan sus esposas.
No somos de los que se rinden a mitad de camino sino de los que vencen, no somos de los que le gusta sentarse a esperar que otros conquisten lo que Dios planeo, somos los que pelean sin rendirse hasta lograr salir vencedores.
Por: Roverg Giraldo
Roveiro.blogspot.com

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