¿PORQUE NO ARDE MI CORAZÓN COMO ANTES?

¿PORQUE NO ARDE MI CORAZÓN COMO ANTES?
¿Recuerdas el momento preciso cuando tu amor se enfrió y ya no volvió a ser igual? Un fracaso, la pérdida de un ser querido, una decepción sentimental, un cambio de ciudad, una promesa que tarda o simplemente el día que dejaste de orar.
La llama se enfrió y el amor se apagó y aunque has hecho miles de cosas para recuperarla solo son recuerdos de lo que una vez fue fuego y ahora te pasas la vida haciendo lo mismo que hacías cuando tu corazón ardía pero sin fuego en tú corazón; ganas almas, sirves en la iglesia, predicas pero no es lo mismo que antes.
No se lo dices a otros porque no quieres que los demás se enteren y como Moisés pones un velo en tu cara para que no se den cuenta que el brillo del amor de Dios en tus ojos no es igual (2 Corintios 3:13)
Hablas de lo que Dios te dijo,
Escribes de lo que Dios te dijo,
Predicas de lo que Dios te dijo,
Y hasta lo haces con pasión,
Pero sin amor por el que te lo dijo.
Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? (Lucas 24:32)
Jesús les aparece en el camino y habla con ellos, mientras ellos estaban con el su corazón ardía, pero Jesús se fue y la llama dejo de arder.
Somos como esos discípulos de Emaús, que arden cuando el maestro está cerca, ardemos en amor nos desbordamos en pasión, brillan nuestros ojos y los demás lo notan, pero cuando Jesús se aparta la llama deja de arder.
Solo hay una manera de que la llama arda en nuestro corazón:
¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino? (Lucas 24:32)
La única manera de recuperar la llama es escuchar su voz, que él nos abra las escrituras. Perdóname lo que te voy a decir pero la llama no arde cuando vas a una convención, un congreso o una célula, no ardes cuando el evangelista de turno impone sus manos sobre ti y te da sus dones, la llama no arde cuando te ministran y te ungen, la llama arde cuando caminas con Jesús en el camino y escuchas su voz, cuando apartas tiempo para oír a Diós en lo secreto y en el camino.
¿Tal vez tú no has pensado que la llama puede arder en un transmilenio, en un sitp o en un bus corriente, tal vez no has pensado que la llama arde cuando estás en tu trabajo, tal vez no has pensado que la llama arde cuando entras a tu universidad, ¿Pero acaso los discípulos iban camino a la iglesia cuando su corazón ardió?
Sabías que Jesús está a tu lado en este mismo momento, y que si logras sentirlo y oír su voz su llama puede arder en ti. Qué tal si lo buscas nuevamente en tu secreto, pero a eso añádele invítalo a caminar tu camino y a hablarte en el transcurso del día.
Por: Rover Giraldo
roveiro.blogspot.com

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