DIÁLOGOS CON DIOS “Si tú me permites contemplarte seguro te vuelvo a amar”

DIÁLOGOS CON DIOS
“Si tú me permites contemplarte seguro te vuelvo a amar”
Toda relación pasa por crisis, aun los mejores matrimonios han tenido sus momentos en los que no todo funciona tan bien, la relación con Dios no es la excepción.
Ese momento en el que comienzas a emprender sueños por amor al nombre de Dios pero no por amor a él, todo comienza a volverse carga, todo comienza a volverse obligaciones, todo es una responsabilidad. Algunos se quedan quietos y no hacen nada pero viven con la zozobra en la mente de que fueron llamados para algo y no están cumpliendo con su responsabilidad, otros trabajan arduamente por Dios, emprenden y emprenden sueños con pequeños triunfos para después de un tiempo estar en el mismo punto; todo eso tarde o temprano cumple con su objetivo, desgastarte y hacer que no quieras saber nada de retos.
—Señor estoy cansado de trabajar sin ver los resultados, sé que hago todo por amor, pero todo el que trabaja ve el fruto de su esfuerzo.
— ¿En qué momento perdiste la pasión y el amor por mí se te volvió una carga?¿De qué te sirve correr en pos de algo que no disfrutas, acaso crees que yo te obligaría a hacer algo que no quieres? ¿Acaso crees que mi objetivo con la Salvación de las almas es ponerte una carga que no puedes soportar?
Has perdido el amor y el amor por mí es el combustible para hacer la obra sin desgastarte. Si no tienes amor por lo que haces tarde o temprano terminaras corriendo detrás de lo que verdaderamente amas, ¡Vuelve al primer amor!
— ¿Cómo volver al primer amor?
He visto a personas seguir con alguien que no aman y por más esfuerzos que hagan si tú no intervienes esa relación está condenada a extinguirse. Para enamorarse se requiere la intervención de alguien más, es por eso que si tú me pides que te vuelva amar como al principio, yo te pido que me vuelvas a enamorar, amor es el resultado de verte, tú mismo eres amor, tu esencia es el amor, por más que yo trate de amarte no puedo hacerlo si tu no intervienes.
Como mirar tu rostro y no amarte,
Como ver tus ojos y no ser encendido
Como ver tus manos y no querer ser abrazado por ellas,
Como sentir tú presencia y no sentirse derretido por ella
Como ver tus pies y no postrarse ante ellos.
Si tú me permites contemplarte seguro te vuelvo a amar.
—El que pide recibe, el que busca halla, el que llama se le abre, si tú me pides que te enamore eso voy a hacer.
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿O qué hombre hay entre vosotros que si su hijo le pide pan, le dará una piedra.
(Mateo 7:7-9)
Por: Roverg Giraldo
Roveiro.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario