TRES DÍAS CON EL DIABLO

                                                  TRES DÍAS CON EL DIABLO

De pensarlo a algunos se les eriza la piel y escalofrió recorre todo su cuerpo, todos hemos oído hablar de él y en su gran mayoría nadie quiere encontrarse con él y mucho menos cruzar una palabra. Ciertamente este personaje de proporciones bíblicas un día estuvo en el nivel más alto de adoración;

“Tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas” (Ezequiel 28:14)

Pero debido a su rebelión ahora tiene un  perfume:

Espanto serás, y para siempre dejarás de ser” 
                                                  Ezequiel 28:19 b

Donde quiera que va produce espanto y terror, aun los más cercanos a él no le aman, no  le tienen confianza sino le temen.Tal vez tú crees nunca haberte cruzarte con él, pero así como sabemos que alguien está cerca por el aroma de la loción que usa, él ha estado tan cerca que su olor lo has respirado, seguramente algunos sin saberlo han pasado tres días con su aroma, tres días con el diablo:

Tres días de temor, tres días de tentación, tres días de depresión, tres días con el pecado, tres días de dolor, tres  días de acusación, tres días se caer en sus garras, tres días de caer en sus sucias e inmundas manos; tres días en que él te dice; que no vales nada, Dios no te ama, estas en mi mano y él no va a venir en tu rescate.

Hace siete años yo viví tres días de soledad acompañado de unas botellas de licor una rokola y el diablo

-No hay solución para tu dolor.

En ocasiones su voz parecía decir la verdad porque el dolor no se iba y Dios no respondia

Tres días en que lagrimas rodaron  por mis mejillas

-¡Muérete a nadie le vas a hacer falta!

Tal vez en un principio parecía ganar la batalla pero no me gano la guerra, hoy con el tiempo entiendo porque a veces sentía tanto tormento; era que su aroma trataba de impregnarse en mí, por una sencilla razón; el me tiene miedo. Si has pasado tres días con el diablo estarás de acuerdo conmigo de que el huele feo. Pero hubo un héroe, un hombre que paso tres días con el diablo y lo venció, no solo lo venció sino lo humillo y lo exhibió públicamente:

De esa manera, desarmó a los gobernantes y a las autoridades espirituales. Los avergonzó públicamente con su victoria sobre ellos en la cruz. (Colosenses 2:15 ntv)

En un principio el diablo parecía vencer metiéndose en judas y llevándolo a traicionar a su maestro. La pelea fue llena de sangre, sin saber que esa misma sangre lo derroto:

Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo.
                                                                                                                                          Hebreos 2:14

Pero no solo eso; sino que él te dio el título de campeón a ti

He aquí yo os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones y sobra toda fuerza del enemigo 
                                                                                                                                      Lucas 10:19

Tomemos un ejemplo de la vida real

Imagina que un vas pasando por un lugar solitario y oscuro; ¿sientes miedo de que te vayan a robar? pero; ¿qué pasaría si pasaras por el mismo lugar vestido de policía?

R/ ya no temes sino que el ladrón te teme y huye

Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. (Efesios 6:11)                                                                                                                                                    
Jesús venció al diablo,  y te dio sus vestidos, es por eso que el diablo ya no tiene nada que ver contigo, porque cuando ve tú uniforme ve el uniforme de Cristo. Ahora te pregunto, ¿si algunas ves el diablo quiere pasar tres días contigo lo vas a dejar o vas a usar tu autoridad y le ordenaras que se vaya?

Ordenale a el temor que se vaya, quita el aroma de la depresión de tu vida, echa fuera de tu vida la culpabilidad, encarcela el pecado en la cruz, y saca de tu corazon el dolor.

El enemigo vino para robar, matar y destruir (Juan 10:10), pero tú tienes vestiduras policiales del cielo, vestiduras de Cristo, el huye.

Si tu estas en Cristo nunca jamás tendrás que pasar tres días con el diablo. Ahora que sabes esto;
¿Volverás a pasar tres días con el diablo?

Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
                                                                                 Santiago 4:7

Por: Roverg Giraldo
Roveiro.blogspot.com

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