AGUAS QUE ARRASTRAN A LA MUERTE

                                      AGUAS QUE ARRASTRAN A LA MUERTE

La semana pasada hubo una noticia trágica: 

una niña de 12 años y su hermanito de 7 iban camino a casa de después de su jornada escolar. Ese día llovió como nunca antes, lo que hizo que la pequeña quebrada se desbordara. Ellos tenían que atravesar  la quebrada la trompeta por un puente artesanal construido en madera, antes de llegar al puente el niño de 7 años dio un paso en falso y cayó, su hermanita trato de sostenerlo pero lastimosamente sus fuerzas no le dieron. Ambos iban a caer, pero un hombre alcanzo a agarrar la niña, la fuerza de la corriente arrastro al niño y lo llevo hasta una cascada de 10 metros y allí  al caer fue recibido  por las piedras y lastimosamente murió. La niña corrió a avisarle a su madre  quien llego rápidamente y desesperada trataba de arrojarse pero sus vecinos la detenían mientras escuchaban un clamor:

-¡Mi hijo mi hijo! déjenme lanzarme en su ayuda, 

Ella miro a su hija de 12 años y le dijo:

-Nunca le perdonare que usted me hubiese soltado al niño.

Se soltó y se arrojó tratando de ayudarlo; el resultado una madre y su hijo muerto. La fuerza del agua  y la cascada acabo con una familia.

La familia planea demandar al gobierno distrital porque hay un presupuesto de 1800 millones de pesos para construir el puente desde hace varios años y pese a la intervención de una concejal, el proyecto no ha sido aprobado por la administración distrital.

¿No es lo mismo que ha hecho el pecado en muchas vidas?

Caminan todos los días por el pero en momento su cauce aumenta y su corriente los arrastra, aunque tratan de ayudarse entre ellos, sus fuerzas no les dan, y ven a otros morir en vida, caminan por la vida llenos de culpabilidad y culpando a otros que son inocentes, acaba con sus familias. Muchos son arrastrados por la fuerza de la corriente con un final trágico:

“Porque la paga del pecado es muerte”.
                                   (Romanos 6:23 a)

Arrastrados por la angustia, arrastrados por la soledad, arrastrados por fuertes aguas del alcohol, la corriente arrastro con sus finanzas y se llevó todo lo que tenían, otros por la fornicación y el adulterio, muchos por la envidia la mentira y el odio a los demás, muchos se sumergen en aguas sucias de culpabilidad y terminan odiándose a sí mismos e intentan acabar con sus vidas. Todos ellos tarde o temprano serán conducidos a la cascada de la muerte, a la separación eterna de Dios, ellos van arrastrados por las aguas del pecado a la segunda muerte que es el infierno.

La niña no tenía ninguna responsabilidad pero el gobierno si, nosotros también la tenemos; nosotros los que somos maduros espiritualmente hemos permitido que los hijos de Dios caminen por el sendero peligroso, hemos visto el peligro y no hemos avisado, no hemos detenido el transitar por el rió desbordante de pecado, no los hemos llevado a transitar por el puente que el Hijo de Dios construyo con su cuerpo y con su sangre, (ellos no saben que este puente existe) no los hemos llevado al  puente de reconciliación  y estos son arrastrados por la corriente del pecado con un final trágico  en la cascada de la muerte. Que diremos cuando Dios nos pregunte:

¿porque dejaste caer a mis hijos, porque no los condujiste hasta el puente?

“Nuestra obligación es la salvación de un mundo perdido que es arrastrada por la corriente del pecado y está muriendo en la cascada de muerte”


Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?                                                                                        (Juan 3:16, Romanos 10:14)


Por: Roverg Giraldo
roveiro.blogspot.com

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