BENDITO CANSANCIO

                                                           BENDITO CANSANCIO

(No es que no quiera orar es que el cansancio no me deja)

Seguramente se ha robado tu sueño, se ha apropiado de las energías de tu día, ha puesto una muralla entre la intimidad con Dios y tú, ha hecho que tus oraciones sean monólogos de 5 minutos. Bendito cansancio todos hemos sido sus víctimas y hasta Jesús lidio con él:

“Y de pronto se desató una gran tormenta en el mar de Galilea, de modo que las olas cubrían la barca; pero Jesús estaba dormido”. (Mateo 8:24)

En un mundo que cada vez nos exige dar más allá de nuestras fuerzas el bendito cansancio es un protagonista. La vida transcurre entre: trabajo, estudio, familia, amigos, ministerio e iglesia y esto hace que tengamos una semana copada pero  que no rindamos al 100%. Los cristianos tenemos una o dos responsabilidades más que los demás; tenemos la responsabilidad de cuidar nuestra relación con Dios y  el ministerio, eso sin contar la presión y las tentaciones a las que somos expuestos por el solo hecho de ser cristianos; esto explica por qué vemos a cristianos cansados y enojados sin razón y que no tienen tiempo para la oración: <<No es que no quieran orar es que las fuerzas no los dejan>>

Hace un tiempo estuve durante varios fines de semana en algunas veladas y esto hizo que me alcanzara en sueño, el agotamiento no se hizo esperar  y  ha esto se sumo mi falta de disciplina a la hora de administrar bien mi tiempo, por tal razón  fui víctima de bendito cansancio, mi cuerpo me cobro la falta de descanso, se alteró mi ciclo de sueño haciendo que me quedara dormido tipo 1 o 2 am,  no dormía lo suficiente por tener que levantarme a trabajar y esto hacia que a la hora de orar no le diera el lugar que Dios se merecía porque siempre estaba cansado. Bendito cansancio altero mi sueño y se volvió un intruso en mi relación con Dios; Ya no pasaba los mismos tiempos a los que estaba acostumbrado y me di cuenta que me estaba secando espiritualmente, pero tenemos un Dios que habla que me dijo:

-No es pecado querer descansar es una necesidad, si sigues así; no será el diablo ni el pecado los encargados de acabarte, sino será el cansancio el que acabara con tu pasión y con nuestra relación.

Dios estableció leyes espirituales y leyes físicas; si transgredes las leyes espirituales tienes consecuencias, de igual manera si transgredes las leyes físicas tendrás sus consecuencias; transgrede la ley de la gravedad arrojándote de un quinto piso y tendrás sus consecuencias, "sino descansas lo suficiente serás víctima de bendito cansancio y esto a su vez afectara tu vida espiritual".

Creo que ya no podemos seguirle echando la culpa al diablo o a la carne, cuando ha sido la mala administración de nuestro tiempo la que han afectado nuestro cuerpo y nuestra relación con Dios.

Cuando leo la biblia me doy cuenta del modelo de semana que Dios quiere que tengamos (la primera semana) Si  leemos los primeros capítulos de Génesis nos damos cuenta que Dios siendo Todopoderoso no hizo todo en un solo día, sino que tomo un día con sus respectivas obras a la vez, administro su tiempo y al final de cada día siempre hubo una pausa;

 "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera” (Génesis 1:28) y el séptimo día descanso  

Esto nos indica la semana que debemos llevar:
una vida activa que esta con los ojos en la meta pero que al final de cada jornada hace una pausa y al final de la semana tiene un tiempo para descansar buscar a Dios y compartir con la familia.

Que hacer

1·Planifica tu semana
2·Si hay cosas que impiden con tu descanso debes sacarlas de tu vida, tienes que tomar decisiones trascendentales si quieres sacar a bendito cansancio de tu relación con Dios; hay que quitarle tiempo a la televisión, al facebook  e incluso a tus amigos y de ser necesario tienes que dejar de leer estas excelentes notas sobre bendito cansancio (jajaja) todo en pro de tu tiempo con Dios.
3·Descansa lo suficiente para que tu cuerpo recobre las energías.

Los cristianos nos caracterizamos  por darle el primer lugar a Dios, y esto también debe incluir lo mejor de nuestras energías.

Cuando regresó de nuevo a donde estaban ellos, los encontró dormidos porque no podían mantener los ojos abiertos. Y no sabían qué decir. Cuando volvió a ellos por tercera vez, les dijo: «Adelante, duerman, descansen; pero no, la hora ha llegado. El Hijo del Hombre es traicionado y entregado en manos de pecadores. (Marcos 14: 40-41)

Por: Roverg Giraldo

Roveiro.blogspot.com

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