EL HOMBRE DE LA SILLA


                                                    EL HOMBRE DE LA SILLA
(Los detalles de Dios)

¿Le cederías tu silla en el bus en la que vienes cómodamente sentado a un hombre completamente sano? este es el dialogo en el que me vi involucrado con Dios la noche del viernes mientras viajaba de regreso a casa. Estaba leyendo un libro de Max Lucado titulado; el escogió los clavos, el libro iniciaba con una porción del primer capítulo de efesios la cual verdaderamente me cautivo:

"Dios nos escogió desde antes de fundar el mundo para ser adoptados como sus hijos porque es su voluntad y motivado por el amor que nos tiene, además no ve nuestras faltas sino que nos ve como Jesús" (Paráfrasis del autor)

Waooo, me escogió, me adopto como su hijo, me ama y no ve mis errores. Mientras leía levante mi mirada y vi a un joven de unos 19 años que tal vez salía de la universidad y estaba agotado, recostaba su cabeza con los ojos cerrados sobre un estante de hierro, y es entonces que Dios me hablo:

-¿Le darías tu silla?.
No Señor a él no, el esta joven, tal vez a una  pobre viejecita sin nadita que comer, tal vez a una mujer embarazada, tal vez a una persona con alguna discapacidad, eso si no se me adelanta alguien y previamente sede su silla.

-Dale tu silla a ese joven.
-No señor él esta joven y puede resistir, además él ya se va a bajar.

-¿Quién eres tú para contender con tu hacedor?.
No soy nadie pero te aseguro que él ya se va a bajar, además que pensara la gente, cuando le diga; hey joven siéntate en mi silla!.

Mientras discutía con Dios el joven se bajó dos  estaciones más adelante y dije:

Si ves Señor tenía razón, él se iba a bajar rápido. Pero había otro hombre al lado de unos 40 años de pie con el rostro también agotado

-¿A él si le cederías tu silla?.

(En ese momento me di cuenta que Dios me quería quitar mi silla).

Señor él está sano, un poco cansado pero él puede resistir, además yo soy tu hijo y merezco ir cómodamente sentado.

-Dale la silla.
Señor pero eso implicaría que yo me vaya una hora de pie en este bus, mejor sígueme hablando atravez del libro.

-¿Quieres ser como mi hijo?.
Claro que sí Señor, es el deseo de mi corazón

¿Cómo quieres parecerte a mi hijo cuando ni siquiera puedes darme una silla que no es tuya? ¿si no me das lo que no tienes, como me vas a dar lo que consideras que es tuyo?.
-¿Señor y si se la doy a una mujer?.

El asunto no es a quien se la quieras dar tú, sino a quien se la quiero dar yo, dásela a el que te quiero enseñar algo.

Entonces me levante de mi silla mientras el hombre de la silla colocaba cara de satisfacción como si Colombia hubiese hecho un gol en la final de la copa mundo y yo coloque mi cara de:  :/ , y camine un poco hacia la parte de  atrás del bus. Me coloque mis audífonos para escuchar un poco de música y hay me hablo Dios:

-La vida Cristiana consiste en obediencia a mi voz, en ser como Mi hijo, en incomodarte para que otro vaya cómodo, en morir para que otros vivan en desgastarte por amor a otros, en ceder tu silla para que otro se siente, en servicio a tu prójimo. Fue lo mismo que yo hice, abandone mi silla de comodidad por ti, vine a la tierra y me incomode por ti, para que tú te sientes en mi silla, tome tu cansancio en el alma y tome tu pecado y morí por ti. Algunos cederían su silla a una mujer, muy pocos a un hombre y solo yo te cedería la mía a  ti.¿Qué tal si te devuelves hasta donde está el?.

¿Y le digo que me devuelva mi silla?

-No, y le explicas lo que te acabo de enseñar.
Dios no te parece que es suficiente con darle mi silla.

-Ve y le cuentas lo que te dije.
Está bien y me acerque pero guarde silencio por unos minutos mientras pensaba que le digo como se lo digo.

-Ha se me olvido algo, dale el libro que vienes leyendo.
¿El libro? Noooo,  ¿no crees que ya es demasiado? ¿y si solo le predico?.
-El libro es tuyo o es mío.
Tuyo señor
-Entonces dale mi libro.

Dure un rato luchando en si predicarle o no, hasta que Dios me dijo:

-¿Y si es la última oportunidad para que  el escuche de mí?.
¿De que le hablo?.
-De la silla
¿Qué me la devuelva?.
-No, que  yo deje mi lugar para que el no lleve una vida de incomodidades de cansancio en el alma y de muerte, y le entregas el libro.

Hice de tripas corazón y le hable antes de que a Dios le diera por pedirme algo más como darle mi Tablet. Comencé mi conversación y le pregunte:

¿Usted cree que Dios habla?.
-Si.

Yo venía sentado en esa silla y Dios me hablo,  me pidió la silla para que usted se pudiera sentar y para enseñarme algo que debo decirle; Jesús se quitó de su silla de comodidad en el cielo para venir a la tierra a incomodarse y a morir por nuestros pecados para que usted se siente en una silla cómoda en el cielo y quiero regalarle este libro. El recibió mis palabras, mi libro pero no se para de mi silla. Y enseguida Dios volvió a hablar:

Si yo te di una silla no te levantes de ella, así satanás te diga; "esa silla es mía", o tu no te la mereces por tus acciones, no te levantes. José (el nombre del hombre de la silla) no hizo nada para ganarse tu silla simplemente tú se la cediste y el confió.

El hombre de la silla se llama José, trabaja en una bomba de gasolina en la calle 80 con carrera 30, es líder comunitario en su barrio san Joaquín, ha sido tesorero de la junta de acción comunal, le gusta  la política, ayudar a los demás e irse sentado en el bus de regreso a  su casa.

Dos enseñanzas más me dejo Dios:

1·Nunca mires a la cara a un hombre que viene cansado de trabajar, porque Dios te puede pedir tu silla.
2· Si Dios se preocupa por una cosa tan sencilla y normal como  lo es querer irse sentado en el bus camino a casa porque vas muy cansado, no se ocupara de las cosas grandes como lo son:

-Una esposa y unos hijos
-La salvación de nuestra familia
-Pagar nuestras deudas

“Él es un Dios que te consiente hasta en los pequeños detalles”

 Ustedes viven siempre angustiados y preocupados. Vengan a mi, y yo les haré descansar. Obedezcan mis mandamientos y aprendan de mi, pues yo soy paciente y humilde de verdad. Conmigo podrán descansar. Lo que yo les impongo no es difícil de cumplir, ni pesada la carga que les hago llevar.                                                                                                                                        (Mateo 11:28-30)


Por: Roverg Giraldo 

roveiro.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario