EL DESIERTO DE LA PROMESA

EL DESIERTO DE LA PROMESA
(Cuando las cosas no son lo que parecen)

¿Alguna vez Dios te ha prometido algo y te encuentras con lo opuesto? Te promete una bendición sentimental y te emocionas pero pasa el tiempo y la promesa parece que nunca llegara, te promete prosperarte y estas endeudado, te llama líder de multitudes y justo esa semana no te llega nadie a la célula.

Muchos hemos vivido en el desierto por años esperando el cumplimiento de la promesa, es entonces que nos cuestionamos, nos acusamos y nos preguntamos que hemos hecho mal para que Dios no nos bendiga. Luego decimos: —Seguramente si Dios no me da lo que me prometió debe ser porque hay un error en mi o aun me falta estar mejor preparado.
Hace unos días tuve un dialogo con Dios al respecto:

—Señor, ya llevo bastante tiempo sin ver la promesa ¿Que ha pasado?,

—Yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen sus pies. Su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río Éufrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo, que se encuentra al oeste. (Josue 1:3-4).

Mí estimado Josué: si lees lo que te acabe de decir te darás cuenta que la tierra prometida empieza con el desierto, te voy a bendecir con el desierto.(Su territorio se extenderá desde el desierto. Josue 1:4 a).—¿Quién querría desierto después de caminar 40 años en el?

—Señor dame todo menos desierto, tengo las marcas de el: las marcas de esperar sin respuesta, ojeras y rostro cansado,ojos hinchados de tanto llorar, veo mi vestuario y es el mismo por años. ¿Cómo me vas a decir que tenga desierto después de caminar 40 años en el?

—Josue ¿Quieres ser prospero pero sin conocerme como tu proveedor? Josuesa: ¿Quieres estar casada pero sin antes conocerme como tu esposo?

Yo te llevo al desierto para que sientas sed, sed de mí,
Yo te llevo al desierto para que sientas hambre, hambre de mí,
Para llevarte a depender total y absolutamente de mí,
Para defenderte de las fieras y chacales, quiero ser tu protector,
El desierto es el lugar donde tú no eres ministrado es el lugar donde tú me ministras a mí, el desierto es el lugar donde cautivas mi corazón,
por eso te doy el desierto para tener un lugar donde encontrarnos.

Dios ve que en el desierto que no quieres ir a la iglesia pero vas, no tienes ganas de orar pero oras, a veces la desesperación es tanta que tu oración no son palabras sino lágrimas de aquel que quiere dejar todo tirado pero su corazón lo obliga a amar y a esperar en él.

Hace un tiempo hable con Dios sobre el desierto:
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—¿Si estuvieras en un desierto físico que harías, te dejarías morir?
—No Señor, buscaría agua como loco,
—Quiero que me busques como agua en el desierto.

Los científicos dicen que el éxodo fue algo que no existió porque es imposible que un pueblo de tres millones de personas sobreviva 40 años sin agua ni alimento, que sobreviva en las altas temperaturas del día y las bajas temperaturas de la noche, pero ellos ignoran que todos los días brotaba agua de la roca y todas las mañanas caía mana del cielo, cuando querían comer a la carta llovían codornices, de día había una nube de humo que los protegía, de noche la nube se convertía en una columna de fuego que los calentaba (Números 9) (dicho sea de paso Dios invento el aire acondicionado) mis estimados el desierto es el lugar de lo sobrenatural de Dios.

¿Cómo no darle gracias a Dios por esto años de desierto? si es que han sido años de conocerlo íntimamente viéndolo pelear a favor mío, saciando mi sed, dando alimento y protección.

El desierto es la tierra prometida porque es el lugar donde te encuentras con Dios, es donde tú eres saciado por él, y donde él es ministrado por tu amor y tu entrega,

Si como yo estas atravesando un desierto recuerda:

No estás en el lugar donde quieres estar pero estas en el lugar donde Dios quiere que estés, no estás en el lugar en el que quieres estar pero estas en el lugar en el que debes estar, estás buscando su rostro, buscando su presencia. Este desierto que estas caminando es el lugar donde caminas con Dios:

Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas. (Josué 1:9)

“Ama el desierto porque es el lugar donde te encuentras con Dios”

Por: Roverg Giraldo

roveiro.blogspot.com

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