CARTA DE DIOS

CARTA DE DIOS
(Para alguien que lo necesita)

Yo he examinado tu vida, te conozco.

Sé a qué horas te despiertas y como te sientas en tu cama, apenas te levantas ya tienes una infinidad de pensamientos, conozco el trajín de todos tus días y que quieres llegar a casa en busca de descanso. Todo lo que haces me es conocido; llegas en la noche a tu casa queriendo desahogar tu corazón y ya sé que me vas a decir, te envuelvo con mi presencia y te hago saber que todo va a estar bien, eres como un pajarito en la palma de mi mano; frágil, indefenso hermoso y con ganas de volar pero temeroso de emprender un vuelo. Conozco lo que piensas "más de lo que te imaginas" conozco tus sentimientos (cada uno), se cuándo te sientes solo, amado, enamorado o frustrado, tu no alcanzas a comprender cuan pendiente estoy de lo que piensas y de lo que sientes.


Ha habido momentos en que has querido alejarte de mí, pero no has podido huir de mi presencia. Reconócelo; eres como el niño que no quiere ver a su madre pero a los 5 minutos la está buscando.


Te has sentido en el abismo, donde piensas que nadie llegara pero allí estoy yo. No solo soy tu Dios cuando vuelas alto sino cuando caes tan bajo, tan bajo en el abismo que es imposible tu rescate.


Si tomaras un barco y te perdieras en la inmensidad del océano, allí te alcanzaría, aun allí con mi mano te guiaría, dirigiría los vientos para que regreses a mí. Si llegaren las tormentas y las fuertes lluvias trataran de anegar la barca y tus alas se mojaran, te volvería a tomar en mis manos como un pajarito cuyas alas están mojadas.


Si decidieras volar tan lejos tan lejos y llegases hasta un lugar muy oscuro, muy oscuro y dijeras:

—Que me oculten las tinieblas, que nunca haiga mas día, que la luz se haga oscuridad

Si te ocultares en ella para que no pueda yo encontrarte, yo te hallaría. Para mis eres mi hijo estés en mi luz o estés en el momento más oscuro de tu vida. No hay tormenta, no hay problema, no hay tribulación, no hay oscuridad, no hay abismo donde yo no te vaya a buscar.


Te conozco, yo mismo te forme en el vientre de tu madre, vi tu cuerpecito en gestación;

¡Eres mi creación admirable!

Te mire y me inspiraste ternura, te amé, no habías nacido y ya tenía planes para tu futuro, me puse a pensar en ti y diseñe cada uno de tus días, aun los días de lluvia en los que sientes que tus alas se mojan y no puedes volar, esos días llegarás a mi nido y te refugiaras en la sombra de mis alas, pienso mucho en ti, mis pensamientos por ti son como la arena de la mar, si pudieses contar cada grano de arena podrías saber cuánto pienso en ti.


Conozco tus enemigos y como aborreces el mal, como odias a los que me odian y como quisieras su destrucción, no tengas miedo hijo.

Yo te examino y conozco tu corazón, te pongo a prueba para sondear tus pensamientos, para guiarte por el camino que tengo preparado para ti:


“El Camino eterno”
(Texto basado en el salmo 139)

Por: Roverg Giraldo

roveiro.blogspot.com

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