DE CORAZÓN A CORAZÓN

DE CORAZÓN A CORAZÓN
(El corazón de Dios en el desamor)

Una de las aflicciones más grandes por las que puede pasar una persona es el desamor, sea porque no es correspondido, o porque un día lo fue y le hicieron daño, o porque sencillamente no tiene a quien amar.

¿Alguna vez has sentido angustia por amar?
¿Has sentido que las fibras de tu corazón se rompen?
Alguna vez has dicho:
—Mi corazón se agita. ¡Ay, corazón mío!

Que sensación tan horrible es el despecho; se lleva tu alegría, ocupa tus pensamientos, te agobia con el sufrimiento te roba las fuerzas y las ganas de vivir.

—Ella me hace mucho daño, me traiciona pero aun así no la puedo dejar de amar y aunque mi mente me dice que me está haciendo daño y que debo dejarla, mi corazón me obligaba a permanecer con la esperanza de poderla retener aunque el amarla me haga daño. Lo más doloroso fue verla tomada de la mano de otro hombre.—fueron las palabras de Jesús un joven de 22 años.

Hace cuatro años dos discípulos se fueron, decidieron darle la espalda a Dios, entre a orar y enseguida hoy la voz de Dios:

—¿Te duele que se hubiesen ido?
— Si señor, mucho.
— a mí el corazón me lo hicieron mil pedazos, me siento como el hombre que ve a la mujer que ama de la mano de otro.

Ese día descubrí que Dios siente despecho; que él se siente identificado con el dolor, que por eso la biblia dice: En toda angustia de ellos él fue angustiado. (Isaías 63:9)

Dios llora con tu dolor, ¿Puedes tu dolerte con su dolor? Puede el abrirte el corazón y contarte con lágrimas en sus ojos:

—!Mis entrañas, mis entrañas! Me duelen las fibras de mi corazón; mi corazón se agita dentro de mí; no callaré. (Jeremías 4:19 a)

Lo que a mí más me ha impactado toda la vida es el corazón de Dios, dispuesto a perdonar si de corazón nos arrepentimos:

—Dicen: Si alguno dejare a su mujer, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, has fornicado con muchos amigos; mas!! Vuélvete a mí! dice Jehová. (Jeremías 3:1)

Es como el hombre que descubre a su esposa de la mano de otro, esta llega a la casa a empacar sus maletas para irse, pero este le dice:

—No te vayas, no echemos nuestro hogar por la borda, yo te amo, te perdono, no lo vuelvas a hacer.

Ese es el amor de Dios, que da segundas oportunidades, un corazón que se duele con la traición pero que el amor dice te perdono, vuelve a mí,
En estos días se me han acercado varias personas que están sufriendo por amor y antes de que le preguntara el me respondió:

—Roverg: de corazón a corazón yo he sufrido por amor, de corazón a corazón yo también ame sin conocer, de corazón a corazón siento el dolor de aquellos que están atravesando por un tiempo de crisis sentimental, de corazón a corazón voy a sanarlos si ellos me lo permiten, porque solo aquel que ha sentido la angustia del desamor y la llevo en la cruz puede traer sanidad al corazón herido. Aquellos que han sufrido por amor han podido experimentar una pequeña parte del dolor que siento por ver hijos e hijas que me dan la espalda y se van tras otros dioses aunque ellos no son dioses.

Me Duele tu ausencia,
Aun no te conozco pero te extraño,
Aun no te he visto pero te amo,

Si te conociera, si te tuviera cerca,
Para decirte que te amo,
que tu ausencia me hace daño,
Si estuvieras aquí para gritarte que te amo,
Pero no te conozco

¿Porque estas tan distante?
¿Porque tengo que gritarle al viento lo que siento?,
esperando que este en el susurro de la noche,
lleve mis palabras hacia ti,

¿Dónde estás?,
¿Porque no has llegado?,
Si te hubiese visto, no te hubiese dejado ir,

Me aferro a la esperanza de que algún día te he de hallar,

Entonces podre decirte al oído preciosa,
Más preciosa que el oro,
más preciosa que mí vida,
Si para tenerte tengo que esperarte
Te extrañare mientras te espero.

Por: Roverg Giraldo

roveiro.blogspot.com



No hay comentarios:

Publicar un comentario