¿PORQUE LLORA DIOS?
(Mi experiencia personal)
Esa ha sido mi pregunta durante mucho tiempo, si la biblia
dice que Dios llora, ¿porque llora? ¿Que conmueve su corazón hasta el punto de
hacerle llorar?, no solo quiero ver sus lágrimas quiero saber que le hace
llorar, no como motivo de “chisme”, sino como un anhelo por ir más profundo y
adentrarme en las profundidades de su corazón.
Algunos hombres en la biblia pudieron escuchar el corazón de
Dios; Abraham, Moisés, Isaías jeremías, Ezequiel Daniel, Oseas, David, entre
otros , pero los más privilegiados fueron los apóstoles; al ver a Dios hecho
carne habitar entre nosotros, ellos pudieron decir:
Jesús lloro. (Juan 11:35)
Jesús se angustio. (Lucas 22:44)
Jesús lloro sobre la ciudad (Lucas 19:41-44)
¿Qué hace alguien cuando ve a su amigo llorar?
Se acerca trata de consolarlo, y después de que se calma le
pregunta:
¿Por qué lloras?
Me hubiese gustado estar allí para darle un abrazo y
escuchar de su propia voz la causa de su llanto.
Mi primera experiencia
Han sido contadas las ocasiones en las que he escuchado el
llanto de Dios, muy pocos se han enterado, tal vez porque en su momento no era
el tiempo, y en otras ocasiones no lo conté porque no quería ser tildado de
loco, religioso o místico como lo fui en su tiempo. Pero ahora ya no me importa
lo que piensen de mí, sé que alguien necesita leer lo que he vivido y sé que
algunos con hambre de Dios se adentraran en las profundidades del corazón de
Dios, solo escribiré mi primera experiencia por que no cuento con el tiempo y
el espacio suficiente (algunos me dicen que escribo un poco largo, solo un
poco)
La primera vez que escuche a Dios llorar fue el 28 de junio
de 2010
Llegue a mi casa a la 1:00 am después de la celebración de
unos 15 años de una prima, luego entre en mi habitación y me arrodille frente a
mi cama como las otras veces, pero esa noche mi oración fue diferente:
—Dios, yo siempre vengo pidiendo cosas y a veces solo pido
tenerte aquí conmigo pero; hoy quiero dejar mi egoísmo, solo quiero preguntarte
una cosa:
¿Como estas? ¿que hay en tu corazón?, ¿hay algo en lo que yo
te pueda ayudar? ¡¡¡Quiero que sepas que cuentas conmigo!!!
Por unos minutos guarde silencio esperando su respuesta, el
tiempo pasaba pero en mi corazón sabía que algo iba a pasar. Después de un
tiempo tuve una visión:
Aparecieron ante mí el borde del manto y los pies de Jesús
Su manto blanco, sandalias cafés y sus pies llenos de polvo.
Quería besar sus pies pero no me sentía digno, no me sentí digno de besar unos
pies sucios llenos de polvo, solo llore mientras contemplaba sus pies. En medio
de mi visión hice una pregunta:
— ¿Señor, porque tus pies están llenos de polvo, porque
están sucios, la biblia dice que en el cielo las calles son de oro?
— Yo vine a la tierra y me los ensucie por ti.
Comencé a llorar y a llorar sobre esos pies tanto que mis
lágrimas hacían que el polvo en los pies de Jesús se volviera lodo. Después de
un tiempo sentí que algo húmedo caía sobre mi cabeza, guarde silencio y escuche
un llanto, era el llanto de un hombre que lloraba como un niño desconsolado:
¡Era Jesús llorando!
Y sus lágrimas caían sobre mi cabeza y bajaban hasta sus
pies,
Quería levantarme y abrazarlo pero no me sentí digno de tan
siquiera levantar mi cabeza, ademas las fuerzas no me daban, solo toque sus
pies y les di unos besos. Luego después de un tiempo su llanto seso y el mío
también. Luego oí su voz diciendo:
Gracias:
Recuerdas aquel amigo al que le predicaste y no quiso venir
a célula, a mí me dolió,
Recuerdas a aquel que asistía a tu célula y se apartó por el
pecado, a mí me dolió,
Recuerdas cuando predicaste en el bus y nadie te escucho, tú
te sentiste triste y rechazado pero no era tu dolor y tu rechazo era el mío, a
mí me dolió porque varios de ellos irán al infierno.
¿Sabes? , muchos vienes pidiendo cosas y en especial dinero,
algunos vienen pidiendo mi compañía pero muy pocos vienen pensado en mi
corazón. Hoy tú has ministrado a mi corazón al preocuparte por mí, gracias.
La visión termino, no sé cuánto tiempo duro solo sé que es
la única vez que he visto los pies de Jesús, Por eso la he atesorado en mi
corazón por estos años.
Ninguno de nosotros tiene ni tendrá las palabras correctas a
la hora de escuchar llorar a Dios pero; si puede como los discípulos decir:
Cuenta conmigo, y lo que tenga que hacer lo haré con tal de que me dejes
conocer tu corazón.
Ministrando éstos al Señor.
Hechos 13:2 a
Por: Roverg Giraldo
roveiro.blogspot.com