LA NOCHE QUE JEHOVA PERDIÓ
Su sudor es
frió,
Sus pies tiemblan,
Las lagrimas ruedan y
La angustia le consume,
Sus propios errores le han llevado hasta
este punto, sus esposas y sus hijos son inocentes
pero; están a punto de pagar por su error.
El nunca pensó que su pasado lo alcanzaría;
Tomo una herencia que no le correspondía, y ahora el usurpado busca al usurpador con
planes de venganza y los que más ama pagaran caro por su error.
Desde su nacimiento su padre tuvo un mal
presentimiento, al verlo salir del
vientre de su madre prendido del calcañar de su hermano dijo:
-Este niño tiene cara de tramposo y le
coloco el nombre que hoy lleva,
Jacob significa: usurpador, tramposo, aquel que toma por el calcañar. Y el
supo hacerle honor a su nombre.
El recuerda con lágrimas de dolor en sus
ojos, como sus amigos se burlaban de el llamándolo por su nombre, "Usurpador"
No es que su padre no lo amara, solo
que aunque lo amaba, su hermano Esaú nació primero y por ser el
primogénito era el
preferido, aunque su madre al ver esta situación trato de
darle cariño, pero todos sabemos que el amor de Padre es necesario.
La gran mayoría tenemos un pasado que no
queremos recordar:
Una palabra hiriente que se clavó en el corazón, un
abandono, unos padres que se separaron y tener que escoger con cual de los dos
quedarse, un abuso, una decepción sentimental, un divorcio o una crisis
financiera,
Todo esto nos afecta en gran manera en nuestro
amor propio y nos lleva a reaccionar, en
ocasiones de manera incorrecta;
Dime si aquel Joven que se enamoró y
entrego su corazón a una mujer y esta jugo con el, cómo reacciona;
“Jugaron conmigo, nunca más lo volverán a
hacer”
y ahora la victima se convierte en
victimario y comienza a jugar con el corazón de las chicas que se le atraviesan
por el camino,
-El abusado sexualmente, pasan los años y
se convierte en abusador
-El que no tuvo el amor de un padre busca
la droga como refugio, y de ser víctima ahora la droga le lleva a robar y a
matar, "la victima se convierte en victimario",
pero no lo llevemos tan lejos;
Supongamos que pasas un mal día en tú trabajo
o estudio; tú jefe o tu profe te la montaron todo el día, llegas
a tú casa y alguien de tus familiares te
hace un pequeño reclamo o una pequeña sugerencia y tú explotas y lanzas
palabras hirientes, “la victima se convierte en victimario y inocentes pagan
por sus errores”
Volvamos
a nuestra historia
Jacob
tambien dejo de ser victima y se convirtió en victimario
Jacob se prometió a si mismo demostrarle
a su padre y a su hermano que el podría
salir adelante por sus propios medios y algún día se sacaría la espinita.
Al pasar los años su padre envejeció y
quedo ciego y como presentía su partida, decidió llamar a su hijo primogénito
para darle su bendición. En aquella época la bendición del primogénito, indicaba poder y autoridad sobre
el resto de sus hermanos bendiciones en todo lo que emprendiera, y el doble de
los bienes.
“Aconteció que cuando Isaac envejeció, y
sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú su hijo mayor, y le
dijo: Hijo mío. Y él respondió: Heme aquí. Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no
sé el día de mi muerte. Toma, pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal
al campo y tráeme caza; y hazme un guisado como a mí me gusta, y tráemelo, y
comeré, para que yo te bendiga antes que muera.” (Génesis 27:1-4)
Pero Jacob se adelantó y cazo primero,
preparo la comida, tomo las vestiduras y la loción de su hermano y trato de imitar su voz, y usurpo su lugar:
“E Isaac dijo a Jacob: Acércate ahora, y
te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o no. Y se acercó Jacob a su
padre Isaac, quien le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, pero las manos,
las manos de Esaú. Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las
manos de Esaú; y le bendijo.” (Génesis 27:21-23)
Su plan salió a la perfección; su padre
por la ceguera no le reconoció simplemente olio sus vestidos y le dio la
bendición que le correspondía. a su hermano,
Cuando Esaú llego y se entero del hecho,
procuro con lágrimas la bendición pero ya no había nada que hacer, solo dijo lleno de amargura:
-¡Juro que apenas mi padre se muera voy a
matar a Jacob!
y Jacob por su error tuvo que salir
huyendo
Pasaron muchos años, pero aun así; su pasado
lo alcanzo, sus esposas y sus hijos serán víctimas de su propio error.
Hoy le han llegado con la noticia que su
hermano después de varios años de intensa búsqueda se hacerca con 400 hombres
fuertemente armados listo para asesinar a sus esposas, sus hijos y tomar su propia
vida
Los años no opacaron el resentimiento de Esaú, al contrario aumentaron su sed de venganza,
y es entonces que nuestro personaje
aparece en escena y llega al punto donde empezamos la historia
“Y los mensajeros volvieron a Jacob,
diciendo: Vinimos a tu hermano Esaú, y él también viene a recibirte, y
cuatrocientos hombres con él. Entonces
Jacob tuvo gran temor, y se angustió; y distribuyó el pueblo que tenía consigo”
(Génesis 32:6-7)
Divide a sus esposas y sus hijos en dos grupos y el busca un lugar
donde estar a solas,
Esta temeroso; como pequeña gacela en
frente de un gran león hambriento,
Sus lágrimas ruedan abundantemente y caen
al suelo en dos cascadas de desesperación
El frio congela sus huesos y la soledad
su alma,
Y es entonces que comienza a invocar al
Dios de su padre,
¡Ayúdame Dios!
Cambia mi pasado,
Cambia mi naturaleza,
Cambia mi situación,
Cambia el corazón de mi hermano,
Sé que mis errores me llevaron hasta este punto, pero porque inocentes tienen que pagar por ellos,
Su oración a medida que pasaba la noche se hacía más intensa y más desesperada aunque no sucedía nada
Pero él sabía que era vida o muerte, por tanto no desmayo en su oración
Fue tanta su insistencia que el ángel del
Señor le apareció:
Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que
rayaba el alba.
Génesis 32:24
¡Cambia mi pasado cambia mi naturaleza,
cambia mi situación cambia el corazón de mi hermano!
Pero no hubo respuesta, en toda la noche
solo silencio de parte de Dios,
¿Como bendecir a alguien que merece
juicio?
Cuando ya amanecía el ángel le dijo:
-Suéltame porque ya raya el alba
¡No te suelto hasta que no me bendigas!
¡No te suelto hasta que no me bendigas!
¡No te suelto hasta que no me bendigas!
El ángel tomo su bastón y le quebró la
cadera, Jacob quedo tirado en el piso, lamiendo el polvo, y untado del barro
que el habia creado con su llanto, en su mayor humillación,
Mas que una cadera quebrada se quebró su
orgullo, se quebró su corazón.
La
oración de Jacob en el piso cambio:
¡Perdonadme por odiar a mi padre!
¡Perdóname por odiar a mi hermano!
¡Perdóname por ser un usurpador,!
¡Cámbiame, cámbiame, cámbiame!
¡Cambia mi pasado cambia mi naturaleza
cambia mi situación cambia el corazón de mi hermano!
El ángel no planeaba bendecirlo, pero
Dios que no rechaza un corazón contrito y humillado, se enterneció y cambio de parecer;
“Y el varón le dijo: No se dirá más tu
nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has
vencido.” (Génesis 32:27-28)
El final de la historia es feliz, Dios
cambio el corazón de Esaú;
“Pero Esaú corrió a su encuentro y le
abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó; y lloraron.”
Génesis 33:4
No sé porque situación estas pasando, que
heridas hay en tú corazón, que errores has cometido y si tú pecado y tú pasado
te han alcanzado, pero todo eso pueden cambiar en tan solo una noche,
La historia de Jacob hubiese podido
cambiar antes, si hubiese tomado la decisión de buscar a Dios antes,
De Jacob
nacieron 12 hombres, doce tribus, moisés, Josué, el rey David, el rey Salomón, Isaías, Jeremías Daniel, María y el salvador
del mundo el Rey de reyes y Señor de señores, y la que hoy conocemos como una
gran nacion, y potencia mundial en economía y poderío militar; la
nacion de Isrrael.
La
historia de un hombre con un pasado doloroso, heridas, errores, pecado, y
caídas, cambio con tan solo una noche.
No se tal vez tú historia, tú futuro y el futuro de tus generaciones pueden
cambiar si tan solo decides pasar una noche con Dios.
Jacob llevo las marcas de su lucha con
Dios toda la vida, para no enorgullecerse,
toda su vida camino cojo, para
recordar que aunque peleo con Dios y le venció;
primero lamió el polvo en humillación, y para que recordara; que es imposible pelear con Dios sin salir quebrantado y afectado.
“Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.” (Génesis 32:27-28)
Por: Roverg Giraldo
roveiro.blogspot.com